El Beato Salomón Leclerc, cuya canonización se celebrará el próximo 16 de octubre según ha dispuesto el Papa Francisco, fue el primer mártir del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundado por San Juan Bautista de La Salle. Su vida es un testimonio de la libertad religiosa en uno de los momentos de mayor transformación social de la historia.
El próximo Santo trabajaba como secretario del Hermano Agathon, Superior General de los Hermanos de La Salle, cuando se produjo la Revolución Francesa. En medio del caos de la caída de la monarquía, la Iglesia se convirtió rápidamente en el siguiente blanco de los revolucionarios. Para 1790, la llamada Constitución civil del Clero proclamó el control estatal de la Iglesia en Francia y obligaba a los sacerdotes a jurar fidelidad a la Constitución. Quienes se negaban eran expulsados, enviados a prisión o condenados a muerte. Para 1972, los revolucionarios habían cerrado la totalidad de escuelas católicas y prohibido el uso de hábitos o sotanas.
El Beato Salomón Leclerc eligió permanecer en París, desarrollando su apostolado en la clandestinidad, ya que se había negado a prestar juramento. El 15 de agosto de 1792 fue capturado y enviado a un monasterio carmelita transformado en prisión para los sacerdotes y religiosos. El 2 de septiembre comenzó una histórica masacre anticristiana: un transporte con 30 sacerdotes presos fue interceptado por una muchedumbre quienes los asesinaron y continuaron hacia el monasterio, en el cual martirizaron a cuchillo al Beato Salomón y más de 150 sacerdotes y religiosos. La masacre continuó al día siguiente en un Seminario Lazarista. Las masacres de septiembre produjeron entre 1.247 y 1.368 muertes.
El milagro que permitió la canonización fue la curación milagrosa de la niña María Alejandra Hernández, residente en una casa hogar de la congregación de Siervas del Santísimo Sacramento en Hatillo, Venezuela, quien fue mordida en una pierna por una serpiente Tigra Mariposa. La pequeña de cinco años de edad fue llevada de urgencias y los médicos anunciaron que tendrían que amputar la pierna, si bien esto no ofrecía una gran esperanza de vida.
Las religiosas congregaron a los niños de la casa hogar y juntos oraron en la Ermita de la Eucaristía, Monte de La Cruz, en Hatillo, para pedir la curación de la niña con la intercesión del Beato Hermano Salomón. En solo dos horas después de que se iniciara la oración, la niña recupera el color normal de su pierna y desaparecen todos los síntomas de envenenamiento de manera inexplicable. De manera notable, Monseñor Rafael María Febres Cordero, al entronizar la imagen del Beato Salomón en la Ermita de la Eucaristía para que las personas pobres de esa comunidad rural desarrollaran su devoción había dicho “recibimos al Beato Salomón y lo volveremos santo”.
El milagro, ocurrido en 2011, fue aprobado como inexplicable por la Junta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos el 3 de marzo de 2016, por el Congreso de Teólogos el 5 de abril y por los Cardenales y Obispos para finalmente lograr el decreto el 9 de mayo y la fecha de canonización anunciada para el 16 de octubre.
Con información de La Salle.
Artículo originalmente publicado por Gaudium Press
Hoy celebramos a...