Para localizar Bretaña, en el mapa de Francia, basta distinguir la inmensa península que da al Océano Atlántico. Esa península se sitúa debajo de Inglaterra, en una cercanía geográfica que explica la relación de Bretaña con las islas británicas, incluida Irlanda, todas habitadas otrora por una población celta.
Eso explica igualmente el hilo de una linda historia que llega hasta nuestros días con la advocación de Notre-Dame de Toute Aide (Nuestra Señora de Toda Ayuda), en Querrien, pequeña aldea de Bretaña.
Un gran milagro: la fuente de San Galo
En 574, el monje irlandés san Columbano desembarcó en Bretaña con 12 compañeros.
Los monjes eran los grandes apóstoles de esa época remota y entraron península adentro para evangelizar a los habitantes, erigiendo ermitas y fundando monasterios.
Alrededor del 610, san Galo construyó una ermita en Montrel-en-Langast, antigua Langal. Después siguió para Querrien, donde hizo brotar una fuente “para que las personas pudieran hacer pan”: la conocida fuente de san Galo.
Mandó hacer también un pequeño oratorio y esculpió con sus propias manos una imagen de Nuestra Señora con el niño Jesús, para que ahí fuera venerada.
Más tarde, el oratorio se volvió una capilla que, desgraciadamente, se derrumbó, desapareciendo con ella también la imagen.
Este sencillo relato es todo lo que se sabe de los siglos VI y VII. Más de 1000 años transcurrieron en el olvido, como ocurre con las nubes arrastradas del océano, que continuamente atraviesan los cielos de Bretaña.
El diálogo de la Virgen con una pastorcita
Jueves, 15 de agosto de 1652 (Luis XIV tenía sólo 14 años), alrededor de las 18 horas.
En esa tarde de verano, a unos 20 metros de la Mare de Saint Gall, un pequeño lago de agua embalsada donde las ovejas van a matar la sed, Jeanne Courtel, una pastorcita de once años y medio, sordomuda de nacimiento, cuidaba el rebaño de su padre en el prado de los Fontenelles.
De repente, se le apareció una joven y bella dama vestida de satén blanco y dijo:
- ¡Encantadora niña, dame una de tus ovejas!
- Esas ovejas no son mías, son de mi padre – respondió la niña, que hasta entonces nunca había pronunciado una palabra.
- Entonces ve a buscar a tus padres… y pídeles un cordero para mí.
- Pero… ¿quién me cuidará el rebaño?
- Yo misma. Yo cuidaré de tus ovejas.
La niña fue corriendo a casa de sus padres, donde todos se quedaron pasmados al oírla decir:
- ¡Papá, Papá! Una señora vino a verme y me pidió una de tus ovejas.
- ¡Oh hija mía! Si esa señora te ha devuelto la palabra, ¡le daremos todo nuestro rebaño!
- Ella dijo también que era necesario agitar el lago para encontrar su imagen enterrada y perdida desde hacía siglos.
- ¿Y qué más te pidió?
- Ella dice que es la Virgen María y que es necesario construir una capilla para ella en medio de la aldea, para que los peregrinos puedan venir en multitudes para honrarla.
- Si es verdad lo que dices, le pediremos al obispo que nos permita construir un santuario para ella -respondió el padre, visiblemente emocionado por el milagro.
El milagro ocurrido con la pequeña Joana dejó estupefacto al pueblo, como fácilmente se puede imaginar.
El párroco de Prénessaye, Olivier Audrian, a cuya parroquia pertenece Querrien, fue avisado y mandó personas de confianza para que verificaran lo ocurrido.
Todo pasó rápidamente. Nuestra Señora se apareció una segunda vez e insistió:
- Yo soy la Virgen María, escogí este lugar y quiero que se construya una capilla en el centro del pueblo.
La pastora, sus padres y vecinos fueron al párroco para confiarle el mensaje de la Belle Demoiselle.
El sacerdote Audrian, perplejo y confuso, aunque había constatado la curación de la sordomuda, continuaba escéptico y quería hablar con el obispo.
En una nueva aparición, la pequeña Joana contó a la bella Señora las reticencias del párroco.
Para dar una nueva prueba de la credibilidad de su pedido, ella ordenó que se removiera el lago de san Galo, donde se encontraría su imagen que en otra época fue venerada ahí.
Así, más de mil años después de su desaparición, el día 20 de agosto de 1652 se reencontró la imagen esculpida por san Galo, en perfecto estado, sin humedad ni daños. A partir de entonces, milagros y curaciones comenzaron a suceder.
La pastora volvió a la carga:
- Es necesario construir la capilla.
Pero el párroco se resistía. Nuestra Señora se apareció todavía una vez más y transmitió otra orden:
- Ya que el párroco no quiere ocuparse de la construcción, busca al obispo, que prestará oídos al mensaje y tomará las necesarias providencias.
El pueblo se volvió centro de peregrinaciones
Efectivamente, don Denis de la Barde, el obispo de san Brieuc, amigo de san Francisco de Sales, se convenció de la veracidad de las apariciones, tras las debidas investigaciones, y anunció, el día 8 de septiembre de ese mismo año de 1652, fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, que iría a Querrien el siguiente día 11.
La primera piedra fue colocada y, cuatro años más tarde, la capilla fue entregada al culto.
La advocación de Nuestra Señora de Toda Ayuda procede de la imagen de Nuestra Señora que san Francisco de Sales, entonces obispo de Ginebra, entronizó en París en enero de 1618, bajo la misma advocación.
Fue don De la Barde que, por veneración a san Francisco de Sales, quiso atribuir esa advocación a la Virgen de Querrien.
La imagen esculpida por san Galo, entretanto, fue criminalmente destruida por partidarios de la Revolución Francesa. Hoy se venera en Querrien una inocente y bella Virgen de principios del siglo XVIII.
Situado a aproximadamente 70 kilómetros al oeste de Renne, y a más de 400 kilómetros de París, Querrien se volvió un importante centro de peregrinación.
Tiene hoy alrededor de 1.700 habitantes. En la época de las apariciones, eran entre 200 y 300.
En agosto y septiembre se llevan a cabo los “perdones”, una forma tradicional de conmemorar la fiesta de Nuestra Señora o de algún santo, con procesiones, festejos y gran afluencia a los sacramentos.
Gabriel J. Wilson, via blog Curiosidades Católicas
Hoy celebramos a...