Si quieres quedarte con mala cara toda la mañana no leas este artículo, ¿de acuerdo? (¡El método es tan eficaz, que correrías el riesgo de que te funcione!)
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Hay quien aconseja uno u otro ritual a seguir por la mañana para volvernos más productivos. Pero ¿que tal uno que nos vuelva más felices? La revista Time escuchó a investigadores de diferentes áreas para hacer esa lista y, entre los pasos, hay un secreto importante: las mañanas felices no empiezan por la mañana…
Ten algo en tu horizonte
Las mañanas felices empiezan la noche anterior. Garantiza que dejas algo en tu horizonte para mañana.
Las investigaciones dicen que la anticipación es un poderoso impulso para la felicidad. Es tener dos cosas al precio de una: tienes una cosa buena y eres feliz anticipadamente por esa cosa buena.
¿No tienes nada a la vista en el horizonte? Fija un almuerzo con un amigo o prométete a ti mismo hacer algo que de gusta. Es uno de los secretos de las personas más felices del mundo.
“Las personas propensas a la alegría anticipada, habilidosas en obtener placer en mirar adelante e imaginar futuros eventos felices, tienden especialmente a ser optimistas y a experimentar emociones intensas”, dice Sonja Lyubomirsky en el libro The How of Happiness.
Ok, ya tienes algo planeado para el próximo día y eres feliz por ello. Pero ¿qué es lo que de hecho haces por la mañana nada más levantarte?
Domina tu humor
Las investigaciones dicen que tu humor por la mañana afecta a tu humor de todo el día.
“Hemos visto cómo los trabajadores que entran en espirales negativas, comenzando el día de mal humor, sólo empeoran a lo largo del día”, dice a Time Steffanie Wilk, profesora de gerencia y recursos humanos en la Universidad Estatal de Ohio.
¿Qué es capaz de hacerte feliz a primera hora? Hazlo.
¿Sueles estar estresado ya por la mañana? Entonces pregúntate a ti mismo: “¿Qué me da una sensación de control?”
Cualquier cosa que aumente tu percepción de control sobre una situación – aunque el control en sí no aumente – puede disminuir tu nivel de estrés.
David Rock escribe en su libro Your Brain at Work: “Cada vez más, los científicos perciben que la percepción de control sobre un factor estresante altera su impacto. Amy Arnsten estudia los efectos de la excitación del sistema límbico sobre el funcionamiento del córtex pre-frontal. Ella constata la importancia del sentido de control para el cerebro, durante una entrevista filmada en su laboratorio en la Universidad de Yale.
‘La pérdida de la función pre-frontal sucede sólo cuando nuestros sentimientos están fuera de control. Es el mismo córtex pre-frontal el que determina si tenemos control o no. Incluso la percepción de control, aunque no sea real, preserva nuestras funciones cognitivas’. Esa percepción de control es un gran conductor del comportamiento.
Y no empieces la mañana mirando el email. Los estudios muestran que es estresante. Las personas que no miran el e-mail regularmente en el trabajo están menos estresadas y son más productivas.
Bien, ya tienes algo bueno por delante y sientes que controlas. ¿Y ahora? Come.
Tómate el café de la mañana
¿No tomas el café de la mañana? Es mejor dejar de lado la costumbre de no tomarlo. Come algo. Tu humor mejora y aumenta tu fuerza de voluntad.
Los niños que no desayunan se comportan peor que los niños que se toman sus cereales. Después de un desayuno, todo niño vuelve a ser un angelito.
Roy F. Baumeister escribe en el libro Willpower: Resdiscovering the Greatest Human Strength: “Se hizo una investigación en la que se pidió que los niños de un aula no tomasen el desayuno cierto día. Entonces, ese día, la mitad de los niños, elegidos de forma aleatoria, desayunaron en la escuela. Los otros no comieron nada. Durante la primera parte de la mañana, los niños que desayunaron aprendieron más y armaron menos lío (según monitores que no sabían qué niños habían desayunado y cuáles no). Entonces, cuando todos los alumnos se tomaron un lunch saludable a media mañana, las diferencias desaparecieron por arte de magia”.
¿Crees que sólo les sucede a los niños? Error. No tomar café por la mañana puede hacer que mates a alguien. Literalmente.
“Solo viendo los resultados de un test de glucosa, los investigadores son capaces de prever con más del 80% de precisión qué presidiarios cometerían crímenes violentos”, escribe Baumeister.
Así que come algo. (y no mates a nadie.) ¿Sólo picotear alguna cosa rápida? Mala idea.
Saborea tu café de la mañana. Toma un tiempo para aprovecharlo de verdad. Las investigaciones muestran que la capacidad de saborear – de apreciar los buenos momentos – es lo que distingue a las personas más felices.
“El elemento clave de un aprecio efectivo es la atención prestada. Reservando tiempo y esforzándose por apreciar lo bueno, las personas pueden experimentar más bienestar”, dice Ed Diener en el libro Happiness: Unlocking the Mysteries of Psychological Wealth.
Ahora que nos sentimos bien, es el momento de hacer algo no tan agradable.
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