Lo que desde hace mucho parecía una constante en la especie humana y únicamente dependiente de factores biológicos, al igual que la distribución estable entre nacimientos masculinos y femeninos (cerca de 105 niños por cada 100 niñas), hoy resulta ser un poco más complejo.
Desde el siglo XVIII, tan atrás como los datos nos permiten remontarnos, la tasa de gemelos en Francia no ha dejado de variar, influida por la edad de la maternidad, las guerras, la limitación voluntaria de la fertilidad y, más recientemente, la lucha contra la esterilidad.
Con excepción de un pico en 1919, el número de embarazos de gemelos fluctúa muy poco entre 1900 y 1960 (de 10,5 a 11,5 embarazos por cada 1.000), y luego empieza a caer hasta llegar a un mínimo de 8,9/1.000 en 1972.
A continuación se produce una auténtica explosión. Los nacimientos de gemelos aumentan rápidamente y de forma casi ininterrumpida hasta el comienzo de la década del 2000, para luego estabilizarse y disminuir un poco durante unos años, antes de reanudar su ascenso.
En 40 años, la proporción sencillamente se ha duplicado.
Hay que tener en cuenta que Francia no es el único país afectado por el fenómeno, la mayor parte de los países más desarrollados experimentan esta misma evolución.
Gilles Pison (Instituto Nacional de Estudios Demográficos de Francia), Christiaan Monden (Universidad de Oxford) y Jeroen Smits (Universidad de Nijmegen, Países Bajos) se han interesado por esta tendencia y han publicado los resultados de sus estudios en el informe Twinning Rates in Developed Countries: Trends and Explanations (Tasas de Gemelos en Países Desarrollados: Tendencias y explicaciones).
Este documento viene a completar las investigaciones que Gilles Pison y Nadège Couvert habían hecho sobre este mismo tema, para Francia, hacía unos diez años.
“Evolución de la taxa de gemelos en un número de países desarrollados seleccionados, 1900-2013 © Oficinas estadísticas nacionales
Naturaleza contra medicina: la regla del tercio
La causa del “boom de los gemelos” de estos últimos 40 años se puede explicar por dos razones principales: el retraso en la edad de la maternidad y los tratamientos médicos en reproducción asistida.
Sabemos que nuestras contemporáneas reciben a su primer hijo a los 28 años de media, que la diferencia media entre el primogénito y el segundo hijo es de 3 años y que pasan 4 años entre el segundo y el más pequeño, pero muchas mujeres dan a luz entre los 35 y 40 años, e incluso más tarde.
Sin embargo, la tasa de las hormonas foliculoestimulantes (FSH), cuyo pico desencadena la ovulación, aumenta progresivamente con la edad y por lo tanto aumentan las posibilidades de una ovulación múltiple.
Pero la naturaleza sólo explica un tercio de ese aumento de los nacimientos de gemelos, los otros dos tercios provienen del conocido impulso de la medicina en el “tratamiento” de la infertilidad.
Una de las primeras soluciones que se proponen en caso de “esterilidad” es la estimulación ovárica. Por vía oral e inyecciones, la mujer absorbe un suplemento de hormonas FSH o LH que estimulará la maduración de los folículos.
El proceso, como se mencionó antes, se desarrolla con más intensidad y conduce a un aumento de los embarazos múltiples.
En caso de repetidos fracasos, la fecundación in vitro (FIV) ofrece una nueva esperanza.
Para aumentar sus posibilidades de éxito, los médicos transfieren de 2 a 3 embriones a su paciente y, si es que no sobreviven todos, muchas mujeres se encontrarán simultáneamente con dos, incluso tres o cuatro bebés.
En 2000, el 26% de los embarazos por reproducción asistida en Europa dieron como resultado nacimientos múltiples y el 43% de los gemelos o trillizos nacidos ese año fueron fruto de tratamientos de reproducción asistida.
Dicho de otra forma, la tasa gemelar producto de la reproducción asistida fue de 20 a 30 veces más alta que la tasa natural.
Comparación entre la tasa real de nacimientos gemelares y la tasa prevista si solamente la edad de la maternidad hubiera cambiado © Informe de tasa gemelar en países desarrollados y tasa de gemelos por grupos de edad © Informe de tasa gemelar en países desarrollados.
Riesgos y acciones
El aumento casi exponencial de los nacimientos múltiples ha terminado por alertar a las autoridades públicas y médicas.
De hecho, estos nacimientos implican generalmente un bebé más débil con un peso por debajo de lo normal, un parto prematuro y más arriesgado, unos mayores índices de bebés nacidos muertos y de mortalidad infantil.
La madre, por su parte, está más expuesta a la diabetes gestacional, la preeclampsia, la depresión posparto, la hipertensión y, además, el divorcio.
En respuesta, hoy en día se recomienda la transferencia de un único embrión (además, los estudios muestran que las posibilidades de éxito de una FIV son idénticas, se implante un solo embrión o dos) y los grupos de profesionales proponen centrar el criterio de evaluación de éxito de la reproducción asistida sobre el hecho de que no haya más que un bebé por nacimiento.
Sin embargo, el riesgo sanitario no está descartado. Estas medidas no consiguen revertir la tendencia, puesto que el número de reproducciones asistidas (estimulación y FIV) está en aumento constante y se sigue postergando la edad de acceso a la maternidad.
Hoy celebramos a...