Los supermercados en Francia ahora tienen por ley prohibido desechar o echar a perder los alimentos que no puedan vender. Además, están obligados a donar estos alimentos no deseados a organizaciones benéficas y bancos de alimentos. Para detener a los recolectores de alimentos descartados, algunos supermercados han vertido cloro sobre los alimentos desechados, o los almacenan en depósitos cerrados donde nadie pueda entrar; pero ahora estos alimentos tendrán un fin mejor.
La ley comenzó a ser discutida en mayo de 2015 en el Senado francés y recién este miércoles 3 de febrero de 2016 fue votada por unanimidad en esta cámara del parlamento. La ley se aplicará a cualquier supermercado con una superficie de 400 metros cuadrados o más grandes. Si las empresas incumplen la ley pueden incurrir a multas de hasta 3.750 euros (casi 4.200 dólares).
Jacques Bailet de Banques Alimentarias, una red de bancos de alimentos, dijo al diario inglés The Guardian:
“Lo más importante es que gracias a que los supermercados estarán obligados a firmar un acuerdo de donación con organizaciones benéficas, vamos a ser capaces de aumentar la calidad y diversidad de la comida que obtenemos y distribuimos. En términos de equilibrio nutricional, actualmente tenemos un déficit de carnes y falta de frutas y verduras. Esperamos que esto nos permita presionar por esos productos”.
Arash Derambarsh, concejal de la comuna francesa de Courbevoie, fue quién comenzó la campaña para crear esta ley y ahora apuesta por extender esta ley a toda la Unión Europea (UE):
“El siguiente paso es pedirle al presidente, François Hollande, para que ejerza presión sobre Jean-Claude Juncker [presidente de la Comisión Europea] y extender esta ley para toda la UE. Esta batalla recién comienza. Ahora tenemos que luchar por los residuos de alimentos en restaurantes, panaderías, comedores escolares y comedores de empresas”.