La oposición en Haití volvió a salir a la calle y exigió la renuncia de su presidente, Michel Martelly. En este tipo de instancias la Iglesia católica cumple un rol clave para la recuperación del diálogo.
Volvieron las protestas sociales a Haití y miles de personas salieron a la calle luego del anuncio, el pasado viernes, del tribunal electoral sobre la reprogramación de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
“¡Que se vaya Martelly!” y “¡Queremos Gobierno de transición!” fueron algunas de las consignas que gritaban miles de manifestantes que en las últimas horas salieron a las calles.
Por su parte, el candidato oficialista para las elecciones presidenciales, Jovenel Moise, pidió la reprogramación de la segunda vuelta.
De esta manera, los haitianos volvieron a tener una jornada de protesta. Reclamaron que el Gobierno dimita y que en su lugar haya un régimen que organice nuevas elecciones en 90 días.
Aún falta la segunda vuelta
La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Haití se celebró el pasado 25 de octubre y Moise obtuvo la mayoría.
Inmediatamente la oposición salió a denunciar fraude. Tal es así que la segunda vuelta debía realizarse el pasado 27 de diciembre, pero la presión de la oposición para que se investigaran estos hechos logró postergar la fecha.
El primero de enero de 2016 Martelly fijó el 17 como día para la segunda vuelta. Sin embargo, luego se pidió que fuera el 24 de enero, pero tampoco fue posible llevarla a cabo.
Mediación para el diálogo
Chibly Langlois, presidente de la Conferencia Episcopal de Haití (CEH), fue nombrado hace dos años por el papa Francisco como el primer cardenal en la historia de Haití. Al frente de la CEH fue uno de los mediadores para el diálogo entre Martelly, la oposición y el parlamento con el fin de superar los conflictos graves del país a nivel político.
A raíz de este nuevo escenario, la CEH seguramente deberá intervenir para que vuelva a renacer el diálogo entre las partes.
A seis años del terremoto
El pasado 12 de enero se cumplieron 6 años del terremoto que asoló Haití en el año 2010, que dejó 300.000 muertos, 350.000 heridos y más de 1.5 millones de personas fuera de su hogar.
Con el pasar de los años, el país más pobre de América Latina sigue sumergido en la pobreza y no consiguió estabilizarse a nivel político.
Además, miles de haitianos siguen viviendo en campos de refugiados, casi sin acceso a los servicios básicos, como agua, inodoros, servicios de salud, etcétera.
Hoy celebramos a...