Aleteia logoAleteia logoAleteia
sábado 20 abril |
Santa Inés de Montepulciano
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

Soy hijo de la Misericordia

22581964073_509895e0ff_h

© Serban Dumitrescu

Oleada Joven - publicado el 24/11/15

Tengo un Padre Misericordioso que me hace fiesta

Cuando me distraigo en cosas banales e incluso cuando me salgo del camino, el corazón se seca y se siente vacío. Siente sed, mucha sed. Entonces, como una brújula, el corazón vuelve a buscar su norte: sólo allí encuentra descanso, paz profunda y verdadera. Si soy humilde, si acepto mi miseria y reconozco que necesito ayuda, desando el camino interior a la casa del Padre: allí encuentro siempre, siempre, siempre unos brazos abiertos y un Padre Misericordioso que me hace fiesta.

Desde mi bautismo, aquí lo tengo, dentro; o mejor, Él me tiene. Su presencia en mi alma es como una brasa ardiente que no se apaga, aún cuando me olvido de ella: es luz, calor, vida. Pero no quema sin que yo se lo permita. Hay que despertar la llama. Su presencia me acompaña a todas partes y yo trato de hacer lo mismo: una especie de cielo anticipado. Haga lo que haga, esté donde esté, en toda circunstancia: Él conmigo y yo con Él; así de simple. Es algo sumamente bello.

Orar es estar con Dios, tratar familiarmente con Él, en la intimidad del corazón. La oración es como una peregrinación al misterio de Dios en la penumbra de la fe. Orar es avanzar por el camino interior hacia los brazos del Padre, con la guía del Espíritu Santo Consolador y teniendo a Jesucristo como maestro y modelo.

La ruta está trazada en la Escritura: fuente fecunda que poco a poco revela Su belleza, siempre viva y generosa, siempre actual, toda Suya, toda mía.

El alimento del orante es la Eucaristía; Él mismo cocina para mí, me nutre con su cuerpo a lo largo del camino, me lleva a verdes pastos y repara mis fuerzas.

La vida interior más que camino, es caminar; caminar en el desierto, donde no hay caminos. Cuentas con la guía segura del Espíritu. En el desierto se afina el oído, percibes cada vez con mayor facilidad el sonido del silencio, un silencio que no es soledad ni vacío, es un silencio habitado por Jesús.

Poco a poco vas aprendiendo a gustar y disfrutar la belleza del desierto; es vivir de fe, esperanza y caridad, como María. La vida cristiana es creer en Dios, esperarlo todo de Él y corresponder a Su amor. Dios se me revela y yo le creo, tengo la certeza de que está aquí aunque no le veo. Dios me ofrece un lugar junto a Él en el cielo y me promete la fuerza del Espíritu Santo a lo largo del camino; y yo confío en Él, le doy crédito; trabajo todo lo que puedo y me abandono en sus brazos. Dios me ama, me atrae a la intimidad de la comunión trinitaria; y yo me dejo atraer, cultivo una amistad profunda con Él, me entrego y le poseo. Eso es vida cristiana y vida de oración.

Es un camino en que vas de subida y vas a fondo. A cada paso se revela la profundidad del misterio de Dios. Conforme avanzas, te vas despojando de todo; estás cada vez más solo. A medida que te vas quedando solo, disfrutas más. Su compañía: sientes que te envuelve y que te impregna la brisa suave del Espíritu y eso basta y desborda.

Casi siempre es de noche, una noche luminosa en que el control se te escapa de las manos y a la vez todo hace sentido. No da miedo, la certeza de la mirada amorosa del Padre te da seguridad; te sientes protegido por sus brazos. Te sabes amado, muy amado, y cultivas la certeza y la belleza de ser hijo de la Misericordia.

Misericordia, en eso se resume todo. Soy hijo de la Misericordia.

P. Evaristo Sada, LC
http://www.la-oracion.com/articulos/como-rezar/item/4084-soy-hijo-de-la-misericordia.html

Artículo publicado por Oleada Joven

Tags:
almamisericordia
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.