La Corte Federal le plantó un rotundo “no” al proyecto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para proteger de la deportación a cerca de cinco millones de personas indocumentadas que viven en Estados Unidos.
La esperanza se esfumó para estos “ilegales” y para sus familias este lunes 9 de noviembre por la noche, cuando en una decisión de dos votos a uno, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans respaldó un mandato de un juez del sur de Texas que bloquea la iniciativa migratoria del gobierno de Obama.
Una iniciativa que, por cierto, llevó planteándose buena parte del segundo mandato de Obama en la Casa Blanca y que, simplemente, se le esfumó, como medida de despresurización del tema migratorio al presidente del Partido Demócrata.
Asunto de división de poderes
Enmarcado en la batalla que enfrenta a republicanos y demócratas de cara a las elecciones de 2016, el fallo, de 136 páginas, deja al gobierno federal en la disyuntiva de si va a llevar el caso a la Suprema Corte de Justicia en las sesiones que cierran a fin de año; pues si no, se iría hasta octubre de 2016, en pleno proceso electoral (que se llevará a cabo la primera semana de noviembre de 2016).
El proyecto, acariciado por la administración Obama, había sido “vendido” a la comunidad migrante del país como una medida “de alivio” migratorio y ahora se ha quedado en el limbo judicial.
La primera reacción de la Casa Blanca fue el decir que “difiere profundamente” de la decisión de la Corte, pero no se dijo en qué estriba esa diferencia ni que acciones tomará para evitar el bloqueo.
Diferencias entre la Casa Blanca y la Corte
“El Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional están revisando la decisión de la Corte mientras consideran los próximos pasos apropiados a seguir”, dijo en un comunicado de prensa la vocería de la Casa Blanca.
“La Suprema Corte y el Congreso han dejado claro que el gobierno federal puede fijar prioridades para reforzar nuestras leyes migratorias (…). Quince estados y el Distrito de Columbia, líderes empresariales, educadores, líderes espirituales, funcionarios electos, expertos legales y otros han pedido a los tribunales que les permitan ir hacia adelante”, agregó en un comunicado.
La acción ejecutiva propuesta por Obama, “el alivio migratorio”, buscaba frenar las deportaciones de cerca de cinco millones de indocumentados, de los 11.3 millones que viven en el país.
Se trata de padres indocumentados de ciudadanos y residentes permanentes (DAPA, por sus siglas en inglés) que estaban en Estados Unidos desde antes del 1 de enero de 2010 y carecen de antecedentes criminales.
También extiende la acción diferida a los llegados en la infancia (DACA, por sus siglas en inglés) presentes en el país desde la misma fecha.
Texas a la cabeza
Esta expansión del programa se había dado el 20 de noviembre del año pasado. Sin embargo, el 3 de diciembre de 2014 un grupo de 26 estados liderados por Texas demandó la medida argumentando que Obama se había extralimitado en sus funciones.
Luego de esto, el 16 de febrero, un juez de Texas dictó una medida cautelar que detuvo el programa. El gobierno apeló al mes siguiente el dictamen, pero una corte federal de apelaciones ratificó la decisión de Texas.
En julio, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans dijo que emitiría el fallo final, que llegó este lunes y fue aprobado con 2 de tres votos.
La juez Carolyn King expresó su voto disidente al considerar que la decisión ha sido errada y tardía.
Para el senador demócrata por Nueva Jersey Bob Menéndez, “el fallo de hoy puede ser decepcionante para los millones que siguen atrapados en las sombras, de ninguna manera es una sorpresa. El camino está finalmente libre para que la Corte Suprema de Justicia confirmen la legalidad del programa de DAPA y la ampliación de DACA”.
Para el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien lo escribió en su cuenta de redes sociales, el fallo de la Corte en Nueva Orleans representa “otra victoria para Texas”.
Con información de Univisión
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