El divorcio es una realidad ya instalada en el mundo. Millones de niños sufren las consecuencias de la ruptura entre sus padres. Para muchas parejas, parece la única salida a situaciones insostenibles. Sin embargo, si muchos matrimonios se hubieran cuidado desde el principio, el divorcio podría haberse evitado. Y muchos niños, víctimas a menudo sin voz en esta tragedia, no tendrían que sufrir tanto.
En este video, invitamos a construir matrimonios más sólidos, capaces de durar para que se alimenten todos los días de amor y entrega recíproca. Y quien hace la invitación es un niño que, como muchos en el mundo, sufre por el hecho de sentirse un “hijo del divorcio”.