Según el portal Cuba Contemporánea esta visita se ha convertido en un “acontecimiento popular”
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La visita que comienza el sábado 19 de septiembre del Papa Francisco a Cuba está llena de significado para el continente americano, sí, pero más aún para los cubanos que han visto en Francisco una salida a su maltrecha condición económica, al aislamiento al que Estados Unidos ha sometido a la isla y a la constante denuncia –poco conocida fuera del país—de las violaciones a los derechos humanos que padecen los “enemigos” del régimen.
Un hecho que toca todos los corazones
Según el portal Cuba Contemporánea esta visita se ha convertido en un “acontecimiento popular”, para la ingente cantidad de mixturas y sincretismos religiosos que pueblan la isla e incluso para los ateos que también “se preparan para celebrar el gran acontecimiento, que ocurre en medio de la celebración del 80 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y la Santa Sede y a pocos días de los festejos por el día de la Virgen de la Caridad del Cobre -a la que hace 100 años los veteranos de la Guerra de Independencia pidieron se proclamara Patrona de Cuba- y de la Virgen de Regla, para muchos cubanos la reina de las aguas y de ese mar que separa, por ejemplo, a Estados Unidos y Cuba, ahora en proceso de normalizar sus relaciones bilaterales”.
Según este portal cubano, la gente ha lucido prendas amarillas, color del Estado Vaticano, y las iglesias han abierto sus puertas, sacados sus altares, realizado novenas explicativas de la venida del Papa y rogativas a la Virgen, “como muestra de que se trata no sólo de símbolos de la iconografía católica, sino de representaciones de una identidad nacional y cultural que alcanza también a los ateos”. Quizá como en ninguna otra visita a algún país del mundo, la visita del Papa Francisco a Cuba es vista ya “como un hecho nacional.
Preparación y frutos
Consultado por el portal, el consultor del Pontificio Consejo de Cultura de la Santa Sede, Roberto Méndez, dijo a Cuba Contemporánea que “la preparación de la visita del Santo Padre Francisco no ha estado limitada al funcionamiento de una comisión conjunta de la Iglesia católica de Cuba y las autoridades del Estado. Podría afirmarse que (el Estado) ha previsto lo que tiene que ver con las cuestiones formales y la logística necesaria, pero no podría ignorarse la preparación espiritual generada por las comunidades católicas, sean parroquias o capillas, especialmente en las diócesis que visitará el Papa”.
Una actividad que llama poderosamente la atención de los analistas de la realidad cubana es que han salido a las calles de La Habana decenas de misioneros voluntarios, entre ellos muchos jóvenes, que van casa por casa, no solo llevando propaganda alusiva a la visita e invitando a la Misa a celebrarse en la Plaza de la Revolución, sino explicando la importancia de la visita, su valor espiritual y mostrando que no solo tiene sentido para los cristianos sino para todo el pueblo cubano.
“Estoy seguro de que, una vez concluida la visita, más allá del impacto que genere el personal carisma de Francisco, estas labores previas serán fructíferas en lo espiritual pues parten no de una visión cerrada de Iglesia sino que acuden a esos elementos de la religiosidad popular que tan arraigados están en la cultura cubana”, terminó diciendo Roberto Méndez.