“La Misericordia no excluye a nadie”, dijo el Papa Francisco al autorizar que los fieles que frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X puedan recibir el perdón de sus pecados, o “indulgencia jubilar”.
La decisión ha sido comunicada, este martes 1 de septiembre, a través de una carta dirigida al presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, pensando al “bien de los fieles”.
El Pontífice confirmó en la misiva: “Por una disposición mía establezco que quienes durante el Año Santo de la Misericordia se acerquen a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X para celebrar el Sacramento de la Reconciliación, recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados”.
El agradecimiento al Papa
La respuesta a las palabras del Papa llegó con rapidez desde de la Casa general de la Fraternidad San Pío X en Menzinguen, Suiza, donde se encuentra la sede de la comunidad y la residencia del Superior General el obispo Bernard Fellay.
En el comunicado de prensa se expresa “su agradecimiento al Soberano Pontífice por este gesto paternal. En el ministerio del sacramento de la penitencia, ella siempre se ha apoyado, con absoluta certeza, en la jurisdicción extraordinaria que confieren las Normas generales del Código de Derecho Canónico”.
La Fraternidad ponderó positivamente las palabras del Papa al autorizar que en este Año Santo “los fieles que desean confesarse con los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X puedan hacerlo sin ser importunados”, indicaron en una nota publicada en el sito de la institución.
Por último, alzaron bandera blanca al señalar: “En este año de conversión, los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X procurarán ejercer con renovada generosidad su ministerio en el confesionario, siguiendo el ejemplo de dedicación infatigable que el santo Cura de Ars dio a todos los sacerdotes”.
La plena comunión entre la Fraternidad y la Santa Sede
El gesto del Papa, sin embargo, no cancela que la Fraternidad y la Santa Sede estén en diálogo y negociaciones para tratar de llegar a una solución que permita la plena comunión con la Iglesia de Roma.
De hecho, el papa Francisco explicó: “confío que en el futuro próximo se puedan encontrar soluciones para recuperar la plena comunión con los sacerdotes y los superiores de la Fraternidad”.
¿Quienes son los lefebvrianos?
Esta comunidad, fundada por el fallecido arzobispo francés Marcel Lefebvre en 1970 y que no reconoce las novedades introducidas en el Concilio Vaticano II, desató en 1988 un cisma en la Iglesia católica cuando su fundador ordenó a cuatro obispos, sin permiso de Juan Pablo II, uno de ellos Fellay, actual superior general de la Fraternidad.
La posición del Papa Francisco está en continuidad con la visión reconciliadora de Benedicto XVI, quien en 2007, autorizó la misa de “rito tridentino” en latín y de espaldas (como se hacía antes del Concilio) y la única que aceptan los adeptos de Lefebvre. Asimismo, en esa ocasión, el papa Ratzinger levantó la excomunión y los obispos nombrados sin autorización fueron reconocidos.
El acercamiento más contundente hasta ahora, ocurrió en septiembre de 2014 cuando, el prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Ludwig Muller y el obispo Fellay se reunieron en el Vaticano. Desde entonces, el diálogo continúa para encontrar soluciones a nivel de orden doctrinal y canónico.
Antes de este precedente positivo, la Fraternidad expulsó en 2012 al obispo, Richard Williamson, quien había negado la existencia del holocausto judío durante la II guerra mundial.
Por el momento, la Fraternidad no ha cambiado oficialmente su posición respecto al Concilio Vaticano II que considera “hereje”, lejano de la doctrina y que varias veces ha atacado por el cambio de la liturgia, la forma como hacer la misa.
Según la Fraternidad, cuenta con cerca de 450 sacerdotes, 180 seminaristas, 160 religiosos y religiosas y unos 200.000 seguidores en más de veinte países.
Hoy celebramos a...