El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro Sierra, intervino esta mañana en el Fórum Nueva Economía. Son muchísimas las cuestiones de actualidad por las que fue abordado el nuevo arzobispo de Madrid, pero él quiso basar su intervención en las Bienaventuranzas, y dejar claro que su intención era hablar de Dios y de los hombres.
Bienaventurados los que se dan cuenta de que una nueva época está surgiendo
El arzobispo de Madrid mostró que a través de los medios de comunicación, el compromiso por la paz, los derechos del hombre y de los pueblos, la promoción de las mujeres y de los niños… “se está fraguando una nueva época histórica”.
“Esta es, aseguró, la gran tarea que tenemos en estos momentos todos los hombres”, para la que es necesaria “la fidelidad al mensaje y al destinatario”. Además, “requiere testimonio” y “presencia activa”.
“Bienaventurados quienes se dedican a servir a los demás en el mundo de la política”
Para monseñor Osoro, “la persona es parte de un proyecto regenerador, con mayúsculas”. Y la justicia “tiene que ser el objetivo, la medida”.
La Iglesia “tiene que trabajar en la promoción de la dignidad de la persona”, por lo que “presta atención a principios innegociables”, como son la defensa de la vida, la defensa y protección de la familia, y el derecho de los padres a educar a sus hijos.
“Estos principios, negados, constituyen una ofensa sobre la dignidad de la persona”, destacaba el prelado, insistiendo en que “la Iglesia no hace política”, sino que “respeta la laicidad”, siendo “la abogada de la justicia y de los pobres”.
“Bienaventurados los que dedican la vida a que el ser humano desarrolle todas sus potencialidades”
En este sentido, el prelado madrileño ha hecho hincapié de manera especial en la “emergencia educativa” como una “dificultad para transmitir a las nuevas generaciones valores”.
A su juicio, la educación es “el problema más importante en los pueblos” y considera que “la emergencia educativa se da porque hoy se duda del significado de la persona humana”. “La emergencia educativa es el drama más importante que tenemos en estos momentos”, algo que “en España no hemos superado”.
Bienaventurados quienes tienen entrañas de misericordia
Para monseñor Osoro, hay que “acoger, salir al encuentro del otro”, algo que “se hace desde la realidad concreta del otro”, e insistió en que “acoger es siempre un acto de amor”.
Bienaventurados los que se atreven a arrancar del ruedo de la discordia la familia y la religión
“Es necesario liberar la religión del enfrentamiento”, explicó monseñor Osoro, porque “nadie tiene derecho a apropiárselo”.
Así, abogó por una cultura abierta, que ponga al hombre en el centro, que descubra al hombre todas sus necesidades, que haga al hombre capaz de cumplir con sus responsabilidades, que le prepare para el servicio, con generosidad…
“Reconstruir esta conciencia moral y esta cultura”, dijo, “es la gran aportación de la Iglesia”.
Hoy celebramos a...