ROMA(Aleteia.org). El asesinato de la actriz y ex Miss Venezuela Mónica Spear y su esposo durante un intento de robo ha causado indignación colectiva en Venezuela. Al respecto, Aleteia ha entrevistado a padre José Martínez de Toda, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y sacerdote de la Iglesia de San Francisco en Caracas.
Martínez de Toda, también experto en comunicación y educación, considera que en el país todos son “responsables y cómplices” de la violencia, aunque reconoce que la responsabilidad pesa más sobre “algunos que son más cómplices y más responsables que otros”.
El lenguaje como una causa de la violencia
En la opinión del profesor, una de las causas de la violencia en Venezuela “proviene del lenguaje violento de la política” y hace parte de una serie de factores complejos que dejan resultados concretos como la muerte de casi 25.000 personas en el año 2013, según el Observatorio Venezolano de Violencia.
Venezuela es el tercer país latinoamericano en asesinatos. En estos últimos años cada año hay 2.000 asesinatos más que el año anterior.
Martínez de Toda, sacerdote de la Compañía de Jesús, vive en Venezuela desde el año 1955. Y si se le pregunta: ¿De qué nacionalidad es? responde inmediatamente: venezolano, a pesar de que nació en España hace 79 años.
“He sido siempre critico con los gobiernos sea de derecha o de izquierda” y añade “el gobierno es el principal responsable (de la violencia) porque es el encargado de garantizar la seguridad de los venezolanos” advierte.
“La violencia no es un problema solo de Venezuela, es un fenómeno latinoamericano, en Brasil el hampa está mucho más organizado que aquí”. “Hemos importado las formas de sicarito de Colombia” añadió.
"Una pedagogía de la cultura de la violencia"
El profesor afirma que entre otras causas de la violencia se cuentan el deterioro de los modelos familiares, los mensajes violentos de los medios de comunicación y el lenguaje “grosero” de la política.
“La pedagogía de la cultura de la violencia” es sostenida por los insultos de los políticos entre oficialistas y opositores. “Recuerdo los 45 minutos de un discurso de Chávez insultando a los obispos de Venezuela”. El profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, sostiene que esos “modelos verbales negativos” han sido trasferidos a la sociedad en general.
“El gobierno de Hugo Chávez ha sido bueno porque ha dado mayor apoyo a los pobres, pero tristemente despertando su resentimiento. También tiene cosas negativas como la expropiación de empresas en plena producción. Esa es también violencia” afirmó.
Por otro lado, advierte que “en Venezuela el Gobierno ha impuesto lo que él mismo llama «hegemonía comunicacional», lo que invalida la democracia”. “Ya no hay un canal de televisión de la oposición. El gobierno hace todo lo imposible ético y antiético para mantenerse en el poder. Hay escasez de papel para los periódicos opositores” aseguró.
La impunidad es otra cara del problema. Según cifras de la organización Observatorio Venezolano de Violencia, el 92% de los casos de homicidios quedan impunes.
En ese sentido, Martínez de Toda afirma que la violencia ganó terreno por “la mala gestión del gobierno” y la falta de concursos para “seleccionar a los agentes de policía”, además del “problema de las cárceles”.
La educación, los valores y el amor como solución
En la educación familiar existen otras raíces de la violencia. “Los niños aprenden de sus padres comportamientos individualistas”. El “papa Francisco dice que la educación a los valores es lo más importante para seguir a Jesús que es amor” dijo.
Para Martínez de Toda, la religión más comprometida con el amor es el cristianismo. “¿Cuál es la característica de los cristianos?”. Y recuerda cómo se distinguían los cristianos de la antigüedad: “miren como se aman”. Entonces, propone como una medida elemental “combatir los insultos en el trabajo, la escuela, la familia”. Y confirma que “el amor es lo más importante”.
El caso que desencadenó la indignación en Venezuela
Spear, de 29 años, y su ex esposo, Thomas Henry Berry, un ciudadano británico de 39, fueron asesinados mientras trataban de resistirse al robo tarde en la noche en un paraje de una autopista que enlaza Puerto Cabello, el mayor puerto comercial del país, con la ciudad central de Valencia, a unos 170 kilómetros al oeste de Caracas, informó AP.
Sus cuerpos fueron hallados el lunes en el interior de su vehículo. En el asalto resultó herida de bala en una pierna su hija Maya, de cinco años, que fue tratada y se encuentra junto a sus familiares en Caracas.
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