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Tras de varios días de incertidumbre, finalmente parece haber una luz al final del túnel del conflicto que enfrenta a los médicos y al sector salud de Panamá con el gobierno que encabeza el presidente Ricardo Martinelli: la Iglesia católica será mediadora en este diferendo que tiene paralizados los servicios sanitarios en el país del Canal.
El propio presidente Martinelli agradeció el lunes pasado al arzobispo metropolitano de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta el que la Iglesia católica hubiera aceptado participar como mediadora en un diálogo con los médicos y otros gremios de la salud, convocado por el ministro de Salud, Javier Díaz.
La iniciativa es para conversar sobre la reglamentación de la Ley 69, que autoriza la contratación de especialistas extranjeros para trabajar en el interior del país. La mediación de la Iglesia católica buscaría que se reanudaran los servicios médicos a la población en todos los hospitales públicos del país y que provocó la huelga de los profesionales de la salud de Panamá.
La participación del Arzobispo José Domingo Ulloa como mediador también fue solicitada por los partidos de oposición, creando, con ello, una amplia expectativa de arreglo al diferendo.
La Ley 69 –según el presidente de Panamá—“busca agilizar un trámite que permitirá atender la urgente necesidad de nombrar los especialistas que se requieren los pacientes del interior de la República; es una ley para ayudar al pueblo, no para perjudicar a los profesionales panameños”.
“Por ello, como gobierno, dijo Martinelli, nunca hemos cerrado la puerta al diálogo. En la Asamblea, antes de que la ley fuera aprobada, el ministro de Salud mantuvo siempre comunicación con los gremios de la salud para incorporar sus observaciones al proyecto; muestra de ello, es que 11 de sus 14 observaciones fueron incorporadas en el proyecto”.
El cáncer de la desconfianza
Sin embargo, esto no ha sido ni remotamente suficientes para los médicos panameños que no creen que la contratación de médicos extranjeros vaya a suceder solamente si no existieran médicos del país para cubrir las plazas del interior.
“Aunque he sido informado que la mayoría de los médicos y profesionales está laborando, le pido a los que aún se mantienen en paro que no continúen afectando la salud del pueblo. Hemos dado un paso de buena voluntad al no aprobar una reglamentación hasta que tengan un diálogo con las autoridades de salud; les toca a ellos hacer lo propio, abandonando las acciones de fuerza y aceptando la mediación de la Iglesia, concluyó el presidente Ricardo Martinelli.
Por su parte, el ministro de Salud, Javier Díaz, acudió ayer martes, a la Curia Metropolitana para entregar un documento a monseñor Ulloa Mendieta, con la finalidad de entablar un diálogo con los gremios médicos y buscar una salida a la huelga que mantienen hace poco más 20 días.
En tanto, el padre Eusebio Muñoz, quien ha actuado como mediador en varios conflictos en Panamá, destacó que hay acercamientos positivos entre gobierno y médicos para acabar con el "cáncer" de la desconfianza.